Condena final de Internet Archive en apelación
Finalmente, la justicia estadounidense confirmaba el pasado 4 de septiembre el veredicto emitido en marzo de 2023. Es decir, que la plataforma Internet Archive es declarada culpable de infracción de derechos de autor.
En el caso, que venimos siguiendo, la defensa de la plataforma -que se basada en el interés general, la conservación y el uso leal- no convenció al tribunal de apelación. Su defensa esperaba que el tribunal autorizara la copia y distribución de obras protegidas por derechos de autor sin el permiso de los editores o autores.
Pero para los damnificados, una decisión así “abriría el camino a la reproducción masiva, lo que privaría a los creadores de compensación y limitaría los medios para producir nuevas obras”, según concluye la Corte de Apelaciones en decisión, dictada el pasado 4 de septiembre.
Así se confirma entonces la sentencia dictada en marzo de 2023 contra Internet Archive, la plataforma que digitaliza y pone online grabaciones, vídeos, videojuegos, pero también documentos impresos, sean o no de dominio público.
Fue a principios de la década de 2000 cuando Internet Archive cobró otra dimensión, consolidándose como un reservorio de obras y contenidos de dominio público, desde textos hasta grabaciones musicales. Pronto, el sitio también albergará elementos cuya protección jurídica es más vaga, como folletos y otros anuncios. Hoy en día, la plataforma cuenta con 42 millones de referencias, repartidas entre textos, grabaciones de audio y vídeo, imágenes y software, en particular videojuegos.
Como vimos, la denuncia inicial se remonta a 2020, presentada por cuatro grandes grupos editoriales estadounidenses (Hachette, HarperCollins, John Wiley & Sons y Penguin Random House) que criticaron a Internet Archive por poner a disposición, en un modelo de “préstamo digital controlado”, miles de título escaneados y publicados online.
Estas obras procedían de las colecciones de las bibliotecas asociadas a la plataforma y los internautas podían tomarlas prestadas en formato digital mediante un ejemplar a la vez. Durante la pandemia de Covid-19, Internet Archive levantó temporalmente esta restricción de una copia para un usuario a la vez, provocando la queja formal de los editores.
Los cuatro grupos que originaron la denuncia centraron su acción en 127 títulos, asegurando que su distribución por Internet Archive perjudicaba las ventas de las obras en cuestión, por un lado, pero también el ecosistema de préstamo digital en las bibliotecas, por otro. De hecho, los demandantes, apoyados por la Asociación de Editores Americanos, recordaron la existencia de un mercado de préstamo de licencias, transferidas a las bibliotecas públicas a precios considerados prohibitivos por los principales interesados.
Así, en su decisión, la Corte de Apelaciones rechazó uno por uno los argumentos esgrimidos por Internet Archive para justificar la puesta a disposición de las obras. El principal de ellos no es otro que el fair use, concepto de la legislación estadounidense que permite eludir los derechos de autor bajo determinadas condiciones, estrictamente verificadas por los tribunales.
El tribunal de apelación revisó varios factores que permiten validar el uso legítimo y subrayó, en particular, que las versiones digitalizadas de las obras puestas online por Internet Archive no se diferenciaban fundamentalmente de las ofrecidas a la venta por las editoriales. Es decir, corrían el riesgo de sustituir los libros digitales comercializados.
Este revés final para Internet Archive deja a ante dos escenarios según el acuerdo, que son resolver los daños reclamados por los editores -cuyo importe aún está por determinar-, y controlar más estrictamente los documentos escaneados y puestos online.