13 diciembre 2018

Grandes compañías contratan a escritores de ciencia ficción para predecir el futuro

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Old red science fiction book on wooden background closeup, por Garsya/Shutterstock

Que los escritores de ciencia ficción han servido de inspiración para diseñadores y otro tipo de creadores no es algo nuevo.

Sí llama la atención, sin embargo, que grandes marcas y compañías de toda naturaleza (de ropa, automóviles, informática, alimentación, banca, entre otras) tengan entre sus filas a escritores de ciencia ficción.

La razón no es otra que su potencial capacidad, en teoría, para predecir el futuro. Algo que ya vimos para afrontar la crisis o con las ‘Visiones del futuro‘ auspiciadas por Bill Gates.

No es la primera vez que sabemos de grandes empresas -muchas de ellas tecnológicas– que buscan entre sus colaboradores, empleados o consultores, a personas formadas en humanidades para que les den otra mirada, en ocasiones más profunda y global, sobre las necesidades de los clientes, o un conocimiento generalizado sobre la sociedad al que de otro modo no alcanzarían.

En el  caso particular de los escritores de ciencia ficción que hoy vemos, lo que llama la atención es su capacidad de anticiparse, y de imaginar. En el artículo de Brian Merchant  que nos da a conocer esta tendencia, nos recuerda como una de las narraciones breves de Philip K. Dick influyó en lo que después fue el primer iPhone en cuanto a la experiencia de usuario, la relación del hombre con la pantalla que hoy nos es tan familiar.

Dicho relato no es otro que ‘Minority Report’, una historia que ha generado multitud de patentes. El mismo Kindle se diseñó según las especificaciones del libro The Diamond Age de Neal Stephenson, quien también dio la idea de Magic Leap.

Son ya entonces muchas las compañías especializadas en asesorar bajo esta perspectiva a marcas y empresas. Desde las más conocidas como PricewaterhouseCoopers hasta otras como Worldbuilding Lab o SciFuture. Compañías que tienen grupos de trabajo y expertos –y entre ellos destacan los escritores de ciencia ficción- que dedican a ‘provocar’ y construir ideas factibles que imaginan una nueva cartografía de ciudades,  hábitos de salud, de necesidades sociales, etc.

En base a este nuevo mundo imaginado se crean prototipos ‘de futuro’, adaptables a la vida del mañana, que ya puede ser, en muchos casos, la de hoy. Otros casos menos felices son los que se ocupan de imaginar el armamento y las guerras del futuro, que también los hay, lamentablemente.

En cualquier caso, la ciencia ficción, en un mundo que va –al menos en cuanto a lo tecnológico- cada vez más rápido, está de moda o, si se quiere, está en su mejor momento. De hecho, recoge Merchant que un tercio del contenido original de Netflix está dedicado a este género.

Se ve que el futuro, como siempre ha sido, sigue interesando, pero esta vez, la imaginación de estos escritores parece que puede hacer de él un mundo real y, esperemos, mejor habitable.

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