05 agosto 2006

Periodismo electrónico, el cuarto medio de comunicación

Mientras que algunos autores ya han catalogado al periodismo electrónico como el quinto poder, otros aún dudan en considerarlo un nuevo medio de comunicación. Más allá del poder que tenga como instrumento receptor, controlador y difusor de información, puede afirmarse que la prensa digital es incluso más que un medio de comunicación de masas que se asienta a buen ritmo en el panorama mediático de los países desarrollados.

Con internet ha nacido el Nuevo Periodismo. Se trata de un Periodismo de Servicios o Periodismo del Bienestar Social que no se limita a ser un mero transmisor de acontecimientos noticiosos sino que, además, también oferta otros servicios que exceden la naturaleza puramente periodística, y que se relacionan y satisfacen necesidades comerciales y de ocio de los usuarios.

El periodismo electrónico nace en el seno de la Sociedad de la Información, o Sociedad Red como la denomina el profesor Castells, como consecuencia y respuesta a los cambios intrínsecos que acarrea el establecimiento de esta nueva sociedad, y que han supuesto una revolución, pacífica y gradual, pero revolución al fin y al cabo. La implantación y el uso generalizado de las nuevas tecnologías han cambiado, prácticamente, todas las esferas de la vida profesional, civil y personal de los ciudadanos. En lo que atañe al sector económico, se han creado nuevas formas de hacer negocio (e-comerce, b2b: business to business, b2c: business to customer, etc.) que operan a través de transacciones electrónicas cada vez más rápidas y de fácil trámite. En determinados sectores, como es el caso de las agencias de viaje, internet tiene el poder de eliminar a golpe de clic a los intermediarios del proceso de compra y venta abaratando así los costes de producción y como consecuencia el precio final del producto o servicio; un punto positivo que se suma a la ventaja y la comodidad que supone para un individuo comprar desde casa a través de un portal de comercio electrónico.

En el mundo laboral, la red supone la implantación del teletrabajo como una opción de empleo que permite trabajar en el ámbito de una oficina virtual, prestando un servicio tan eficaz y profesional como el que se ofrece a través de los procedimientos tradicionales.

El campo de la formación académica también se ha visto beneficiado por internet. De esta manera, la formación on-line, una vez demostrada su calidad en la mayoría de los casos, y superada la lógica incertidumbre y desconfianza ante los nuevos métodos docentes, ha logrado hacerse un hueco importante en el sector de la enseñanza y hoy día cuenta con numerosos alumnos repartidos por todo el mundo. Especialmente agradecidas están aquellas personas que por motivos personales, laborales, económicos o de cualquier índole no disponen de movilidad geográfica, y por tanto encuentran en esta modalidad de estudios a distancia la mejor forma de acceder a cursos de especialización, masters y licenciaturas que no podrían haber cursado de otra manera.

Las relaciones interpersonales también se han visto atrapadas por la sugerente tela de araña que es internet. Chat, foro, e-mail son ya términos comunes en nuestro vocabulario cotidiano. El encanto de la correspondencia epistolar ha dado paso a los correos electrónicos; sin duda, asépticos y poco románticos, pero más rápidos, ágiles y prácticos (de leer y borrar, o reenviar a cientos de direcciones). Por su parte, el amor se alía con las nuevas tecnologías y encuentra en los chats a un Cupido ansioso por unir almas gemelas que se sinceran mutuamente antes de conocerse y darse su primer beso ‘real’, arropados por la confianza que confiere el anonimato.

Correos que se reciben y se contestan casi al mismo tiempo, novios virtuales, amor en la red, historias sobre la amistad y trantas budistas que se reenvían continuamente dando la vuelta al mundo en un par de horas, una partida de ajedrez con un contrincante que vive al otro lado del planeta… ya nada nos resulta extraño, la ciencia ficción se nos queda pequeña, y las posibilidades de internet aún deparan sorpresas.

Sirva esta breve incursión por algunas de las atractivas y cómodas novedades que nos oferta la “aldea global”(1) para acabar conociendo el alcance que la Sociedad de la Información tiene en el mundo de la comunicación en general, y de la información periodística en particular.

La Nueva Sociedad se sustenta sobre un mercado global de la comunicación, un foro donde coinciden todos los modos de intercambio de bienes, servicios y de ideas. La nuevas tecnologías están cambiando las formas de uso de la información; de emitir noticias y de recibirlas. Además, el público quiere y necesita estar al día de lo último, tener acceso a cualquier materia nueva, desea acceder sin esfuerzo a la información que le interesa, sin desplazarse físicamente, es decir, por sus propios medios y de una manera inmediata. Y este servicio lo proporciona Internet a través de productos informativos concretos que constituyen la llamada prensa electrónica.

El periodismo electrónico nace por tanto para satisfacer las nuevas y más exigentes necesidades informativas surgidas en la Sociedad del Conocimiento. Para lograr su cometido, este nuevo periodismo cuenta con su propio canal: Internet, y soporte: la pantalla de un ordenador, sus propias características, así como sus propias ventajas e inconvenientes; una serie de factores que lo convierten en un medio de comunicación diferente, aunque complementario, de los tres anteriores: la prensa escrita, la radio y la televisión. La prensa electrónica es, por consiguiente, el cuarto medio de comunicación.

Justo y necesario es justificar tal afirmación. Hablamos, pues, de un nuevo periodismo, catalogado como periodismo de servicios, porque no se limita a transmitir información, a comunicar, interpretar u opinar sobre la actualidad, sino que, además, completa su oferta con otros servicios útiles, y pone en contacto a la masa social, que interactúa con el medio pasando a formar parte del proceso informativo. En un diario electrónico, ratón en mano y sin movernos de la silla, es posible leer una noticia (género informativo) sobre el estreno de ‘Mar Adentro’ en España, consultar la crítica de la película (género de opinión), participar en un foro sobre el cine de Amenábar, comprar una entrada de cine, y de vuelta a casa enviar un correo al medio para expresar nuestra opinión personal sobre la citada película.

De las características propias y diferenciales de la prensa electrónica, podemos desgranar sus ventajas e inconvenientes como medio de comunicación.

Ventajas

Carece de limitación geográfica
Un periódico electrónico se puede consultar desde cualquier punto del planeta, siempre que se disponga de un ordenador y de una conexión a Internet. Así, es posible leer todos los días la edición Sevilla del diario ABC aún cuando se viva en Nueva York o Singapur; algo que no es factible en el caso de la prensa en papel. A pesar de estar suscrito a esta publicación cada ejemplar llegaría demasiado tarde, perdiendo inmediatamente su valor, pues la información periodística es efímera y se desvaloriza con cada minuto que pasa.

Carece de limitación espacial
El espacio de un diario digital no está sujeto a un determinado número de páginas; una ventaja que se traduce en un mayor volumen informativo, lo que a su vez significa una oferta más completa de contenidos.

Carece de limitación temporal
Se puede acceder a la información publicada en internet las 24 horas del día durante los 365 días del año.

Interactividad
La interactividad es el concepto clave de la prensa digital. Este término se define como la capacidad que tiene el usuario de preguntar y recuperar información de esa enorme base de datos que es internet. También es la capacidad que tiene el cibernauta para navegar por la red pasando de uno a otro nivel informativo a través de los enlaces de hipertexto o hipermedia; así como la posibilidad de convertirse en emisor al interactuar con el medio y transmitir sus propias ideas.

Periodismo más democrático
Esa posibilidad que la interactividad le confiere al lector de ser al mismo tiempo sujeto pasivo (un receptor que recibe información) y activo (un emisor que genera y envía información mediante su participación en espacios interactivos de comunicación y opinión: chats, foros, encuestas, listas de interés, correos electrónicos) contribuye a la creación de un periodismo más democrático, abierto, participativo y plural, donde los datos ya no circulan de uno (redacción o emisora) a varios, sino de muchos a muchos.

Personalización de los contenidos
Gracias a la capacidad de navegación, el lector de la prensa digital decide qué y cuánto quiere leer; es decir, puede fabricarse un periódico a la carta acorde con sus intereses y necesidades informativas. Esto se consigue mediante la fragmentación de la información. Al abrir un diario digital, el usuario no accede de golpe a todo el volumen informativo sino que cada noticia se atomiza en distintos niveles de lectura, cada uno de los cuales es una sugerencia que el medio hace al lector para que éste decida cuánto desea profundizar sobre un determinado tema. Veamos un ejemplo:

PODRÍA DESAPARECER EN LAS PRÓXIMAS 36 HORAS

Aumentan a 12 los muertos por el huracán Ivan en el sur de EEUU

o Gráfico: Así se forma un huracán
o Ivan, el azote del Caribe
o Peter Croll, meteorólogo: “La temporada de huracanes se prolongará hasta octubre”.

Sobre la personalización de los contenidos, Nicholas Negroponte(2) afirma que siempre que el sistema lo permita “el lector buscará sólo aquellas noticias que les interesen y los servicios que se ajusten a sus necesidades y gustos”.

Actualización inmediata
La prensa digital rompe con la periodicidad que caracteriza a las publicaciones analógicas, ya que la información puede actualizarse en cualquier momento, lo que permite ofrecer noticias de última hora sin tener que esperar a la edición del día siguiente, o en el caso de los medios audiovisuales al próximo informativo o boletín radiofónico. En el supuesto caso de un terremoto, el diario on-line puede informar sobre la noticia minutos después de que haya sucedido e ir actualizando la información conforme se vayan conociendo nuevos datos: víctimas, daños materiales, carreteras cortadas, etc. Otro claro ejemplo es el 11-S. Si el 23-F (1981) fue bautizado como ‘la noche de los transistores’, y en julio de 1997 la audiencia española pasó dos días literalmente pegada a la pantalla del televisor para seguir minuto a minuto la triste noticia del secuestro y asesinato del edil Miguel Ángel Blanco, internet fue el medio protagonista a la hora de informar sobre el atentado contra las Torres Gemelas perpetrado el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Las consultas a diarios digitales de todo el mundo fueron continuas y masivas hasta el punto de que el elevado número de visitas llegó a bloquear algún que otro portal.

Producto multimedia.
La prensa electrónica combina texto, imagen y sonido.

Abaratamiento de los costes de producción
Las publicaciones digitales no dependen de la rotativa ni de los distribuidores, lo cual reduce los costes de producción del producto periodístico.

Protección del medio ambiente
Al no utilizar el soporte papel, evita el talado de miles de árboles.

Inconvenientes

Dependencia tecnológica
La consulta de la prensa digital exige disponer de un ordenador y una conexión a internet. Además, pueden existir problemas técnicos que afecten o impidan la lectura.

Difícil lectura
Es más difícil y cansino leer sobre la pantalla de un ordenador que sobre el papel.

Gran volumen informativo
Lo que a priori parece ser una ventaja, y de hecho lo es, puede convertirse en un grave inconveniente. En este sentido, el diseño y el orden en la presentación de los contenidos es fundamental para guiar al lector en su particular navegación por las ‘páginas’ de una publicación digital. Aún así, el usuario puede perderse, lo cual sería un auténtico desastre. Imaginemos a un lector que consulta la sección Deportes de un diario on-line; comienza a leer la noticia principal: titulares y entradilla, pero decide no seguir leyendo y pincha un enlace de hipertexto que le conduce a la crónica del partido de ayer (Barça-Real Madrid); cuando aún no ha finalizado el segundo párrafo, y seducido por un atractivo enlace, clicka en un icono que le conduce a una nueva ‘página’ que contiene las biografías de los jugadores del Barça, desde donde accede a un archivo de sonido con el himno del equipo catalán y termina su periplo cibernético en un portal de e-comerce donde adquiere una camiseta blau-grana. Puede que llegado a este punto el lector no sepa cómo retroceder a la página de inicio, se aburra y abandone la navegación. A pesar de la ingente cantidad de información que el medio pone a su alcance, el resultado final es una lectura pobre y fragmentada. Situaciones reales como ésta nos conducen a pensar que el periodismo electrónico exige unos nuevos hábitos de lectura que los usuarios deben aprender a manejar.

Pérdida de portabilidad
Este inconveniente se podría solucionar mediante la búsqueda de nuevos soportes para la prensa digital. En este sentido, cabe mencionar ‘el Panel de Fidler’; un proyecto que no llegó a ver la luz, pues fue cancelado por el grupo editorial Knigth-Rider en julio de 1995 para centrar sus esfuerzos en Internet. El malogrado proyecto proponía la fabricación de una tableta electrónica o panel digital (dimensiones: 30 x 20 cm.; espesor: 1 cm.; peso: menos de 1 kilogramo), dotado de una pantalla de cristal líquido, con un lápiz óptico que hace las veces de teclado, para pulsar opciones o escribir manualmente, y destinado a la recepción de periódicos electrónicos, aunque también permitiría realizar otras operaciones como reserva de billetes o envío de correo electrónico. La clave es la portabilidad, la facilidad de uso y las prestaciones. Además, la revolución sería no sólo técnica sino también conceptual. Según Fidler, “la era de la comunicación de masas está tocando a su fin por el cambio tecnológico y por el cambio social, los nuevos hábitos de vida, la creciente movilidad de las personas, la globalización de la economía, los medios de comunicación y la política”.

Reciclaje profesional
La prensa electrónica exige un reciclaje de los profesionales de la información. Los nuevos periodistas tienen que aprender a trabajar en un entorno multimedia.

Falta de costumbre por parte de los ciudadanos
Las últimas encuestas confirman que la mayoría de los lectores de prensa electrónica son estudiantes universitarios y profesionales que consultan la red desde la Universidad o el lugar de trabajo. Las nuevas tecnologías aún no están al alcance de todos los ciudadanos, bien por falta de recursos económicos o de conocimientos informáticos. Por otra parte, todavía no existe en la sociedad plena conciencia de las ventajas y la autonomía de las que goza el periodismo electrónico como medio de comunicación; un handicap que ralentiza su consolidación.

En el desarrollo de la prensa electrónica se advierten tres etapas:

1. Etapa inicial. Ya prácticamente superada en la mayoría de los casos, y durante la cual se volcaban literalmente los contenidos de la versión papel al soporte digital.

2. Etapa de transición. En la que aún se encuentran la mayoría de los diarios digitales. Los contenidos informativos se transforman para adaptarlos a las características de internet. Los textos tienden a acortarse para evitar una lectura pesada y cansina sobre la pantalla del ordenador, y como consecuencia de ello se abandone el artículo antes de haber llegado al final. Este acortamiento de los textos se compensa completando la información principal con sugerencias de lectura: (otras noticias relacionadas, apoyos, galería de fotos, infográficos, especiales, enlaces a webs, foros, etc.).

3. Etapa definitiva. Durante esta etapa, la versión electrónica se desliga por completo de la edición en papel, de modo que existen redacciones digitales integradas por periodistas adecuadamente formados para trabajar en este nuevo medio que buscan, redactan y editan noticias que están destinadas exclusivamente a internet.

Periodista digital, periodista conectado

La era digital necesita a periodista conectados; conectados a internet y a la realidad. Se hace preciso un reciclaje profesional para formar a periodistas que sepan trabajar en un entorno multimedia: formados y acostumbrados a manejar archivos de texto, de sonido y de imagen; rápidos y ágiles para adaptarse a la actualidad informativa que caracteriza al nuevo medio. Y todo ello sin olvidar las virtudes del periodista tradicional: un profesional responsable, honesto, curioso, que sepa moverse en el ambiente de la noticia y que distinga claramente la información objetiva de la interpretación y de la opinión.

La interactividad convierte a la red en un inmenso soporte donde todo usuario puede ser un emisor activo, un productor de información que cuelga sus propias noticias e ideas, porque las transmisión de datos en internet no requiere de la mediación de profesionales específicos. ¿Significa esto que cualquiera puede ser un periodista digital? La respuesta es no. El periodismo es otra cosa: es la búsqueda y elaboración de noticias que se difunden públicamente mediante un medio de comunicación de masas a un grupo de receptores amplio, heterogéneo y disperso. Y hablamos de una información periodística, noticiosa, objetiva, veraz, de calidad y con interés social. Durante el primer año de la carrera de Periodismo los futuros informadores estudian las diferencias entre periodismo y literatura, periodismo y comunicación coloquial, y entre periodismo, publicidad y propaganda, y es que la redacción periodística tiene sus propias reglas, técnica, estructura y estilo, encaminados a logra su objetivo: informar a la sociedad sobre la realidad actual de interés público. No confundamos, por tanto, la información subjetiva, incluso propagandística, colgada en el portal de un partido político con la noticia, reportaje, crónica o editorial que publica, desde el rigor y la imparcialidad periodística, un diario electrónico sobre un mitin electoral. Ni las opiniones personales que cuelgan los ciudadanos en la web oficial de Alejandro Sanz con la crónica de un concierto escrita por un periodista especializado en música y curtido en cubrir este tipo de eventos. La clave radica en la educación de los lectores; el público tiene que saber distinguir entre prensa digital y cualquier otro sitio web presente en internet. Además, debe identificar las fuentes periodísticas y no confundirlas con las institucionales, oficiales, oficiosas o, simplemente, particulares, que pueden no haber corroborado sus datos transmitiendo así una información carente de absoluta veracidad.

Ahora más que nunca, la profesión periodística tiene que reivindicar su papel, reconocido constitucionalmente, de instrumento eficaz para el ejercicio de la libertad de información, y su derecho a informar y a controlar las informaciones que circulan en la sociedad. A cambio, bajo su cabecera, los medios deben garantizar una información veraz, contrastada con fuentes, de calidad, y firmada por profesionales identificables que responden de su trabajo.

Bienvenido sea el feed-back, la retroalimentación, la comunicación bidireccional entre el medio y sus lectores, pero dentro de un marco periodístico donde quede bien claro qué es información, qué es opinión y de qué emisor proceden en cada caso. La interactividad y el intercambio de información son circunstancias positivas que convierten al periodista en sujeto pasivo y activo. Sujeto activo porque genera información que se transmite a través de internet, y sujeto pasivo porque utiliza la red como fuente informativa para obtener datos. De hecho, los periodistas recurren a las cartas al director, a los foros, encuestas y correos electrónicos porque son un eficaz termómetro de los temas que más preocupan e interesan a la audiencia; y, por tanto, una fuente de ideas para posibles reportajes, entrevistas y artículos.

Un cambio de mentalidad para un futuro halagüeño

Una de las preguntas más formuladas cuando se habla del futuro de la prensa digital es ¿acabarán los diarios electrónico con el periódico en papel? La respuesta bien podría estar en la propia historia de los medios de comunicación. Cuando se inventó la radio, muchos pensaron que sería como un diario hablado y, sin embargo, se equivocaron. Pronto este medio sonoro desarrolló un estilo propio de contar las noticias con una redacción y unos géneros característicos. Cuando se inventó la televisión se creyó que sería una radio con imágenes. De nuevo se equivocaron, y la televisión cuenta con sus propios lenguajes y contenidos. Probablemente, esto ocurrirá con el periodismo electrónico. La radio no mató a la prensa, la tele no mató a la radio. Las leyes de la competencia y los cambios sociales obligan a la aparición de lenguajes y contenidos, de otras formas de generar noticias y de servicios informativos más innovadores que han propiciado el nacimiento de un nuevo medio de comunicación social: la prensa electrónica.

Ya lo dijo Bill Gates: “el papel estará siempre con nosotros, pero su importancia como medio de buscar, preservar y distribuir información está disminuyendo”. Respecto, a la prensa digital, conforme aumente el número de personas que se suban al carro de las nuevas tecnologías, aumente el número de usuarios de internet y la banda ancha se haga extensible a un mayor número de municipios, también crecerá el interés y la necesidad de estas nuevas vías informativas, el nuevo medio irá ganando popularidad y lectores hasta consolidarse como el cuarto medio de comunicación. Se tiende hacia redacciones digitales, desligadas de la redacción analógica, hacia un producto interactivo (que permite una comunicación bidireccional), que ofrece información diferente y más actualizada que la versión papel; así como otros contenidos y servicios: el Periodismo Moderno.

El periodismo digital no pretende desbancar a la prensa en papel; la idea que se persigue es que todos los medios convivan en una sociedad donde existe un libre mercado; una oferta y una demanda, y una libertad por parte del usuario de obtener la información del soporte que le resulte más accesible, útil y que mejor satisfaga sus necesidades informativas.

Para los medios es importante estar en internet por razones económicas, para ampliar su audiencia y lograr prestigio. Por su parte, los grandes grupos de comunicación pretenden convertirse en empresas multimedia que ofrecen sus contenidos en distintos soportes. Un ejemplo de esta conveniencia la encontramos en el Grupo Prisa, y más concretamente en su unidad de negocio Prisacom, creada para gestionar, desarrollar y explotar todos sus contenidos en soporte digital, así como para diseñar y promover la implantación de herramientas en el sector de las nuevas tecnologías de la información. En la actualidad, cuenta con dos cabeceras electrónicas: elpais.es y CincoDías.com; y dos emisoras digitales: los40.com y CadenaSER.com; nuevas versiones radiofónicas que permiten una mayor interactividad con la radio y sus programas, y la posibilidad de que la emisión se escuche con calidad en cualquier lugar del mundo.

Una cuestión peliaguda es la gratuidad de las publicaciones electrónicas; especialmente cuando se pretende empezar a cobrar por un producto que antes era gratis. La situación es factible siempre que la inversión en material técnico y equipo humano sea mínima, se aprovechen los contenidos publicados en la versión papel, con algunas actualizaciones puntuales, y se emplee un sistema sencillo de fácil mantenimiento. El negocio se complica cuando se oferta al lector un producto informativo independiente, desligado de la redacción papel, con contenidos especialmente elaborados y actualizados por periodistas digitales para su publicación en internet. La elaboración de un diario electrónico de estas características, sofisticado y de calidad, es cara, y aquel que desee acceder permanentemente a todos sus servicios debe pagar por ellos de la misma forma que paga por la prensa analógica. En España el caso más notable es la edición digital del diario El País, elpais.es, que es cerrada y de pago desde noviembre del año 2002. El grupo Prisa concibe El País digital como un “producto informativo global”, y cobra por todo el producto. Este medio electrónico ofrece cada día a sus usuarios abonados seis portadas diferentes: Menú Principal, Lo Último, Índice, Lo Más, Mi País y Archivo, que constituyen seis maneras distintas de presentar y consultar la información. A su vez, este servicio informativo se completa con otros sitios web: un índice que permite acceder a la información atendiendo a varios criterios, una hemeroteca con artículos anteriores, un navegador por ediciones anteriores, un directorio de “A fondos” con toda la información que se ha publicado hasta la fecha de consulta sobre un determinado país, empresa, partido político, personaje, etc. y un portal de compras de artículos. Además, de espacios interactivos de comunicación y opinión, y el aderezo que supone un óptimo diseño de la página.

La clave radica en las ventajas competitivas de la prensa electrónica. Hay que concienciar al público de que se trata de un cuarto medio de comunicación, diferente, más completo, elaborado por profesionales que trabajan para una empresa de comunicación. El salario de estos empleados y la producción de este producto periodístico generan unos costes que hay que sufragar; incluso, hay que obtener beneficios de este negocio porque a mayores ingresos, mayor inversión, y, por lógica, mayor y mejor servicio informativo.

Es una tarea de marketing acostumbrar al público a la lectura y consulta diaria de la prensa digital, enganchándole a un producto novedoso, atractivo, completo, actualizado, ameno y con calidad periodística que cree en la audiencia una necesidad y unos nuevos hábitos de recibir la información.

Texto: Inma Martín. Periodista. Directora de La Crónica de Sevilla

Inma Martín Herrera es Periodista. Miembro de la Asociación de la Prensa de Sevilla. De 1995 a 200 fue Redactora en varios medios de comunicación impresos. Desde el año 2000, es profesora de las asignaturas ‘Redacción Periodística I’ y ‘Redacción Periodística III’ de la carrera de Periodismo en el Centro Andaluz de Estudios Empresariales (CEADE), en Sevilla. Y directora de las publicaciones que edita este centro universitario: el periódico ‘La Crónica de Sevilla’ (versión digital: www.lacronicadesevilla.com) y la revista electrónica www.andaluciaturistica.com

BIBLIOGRAFIA

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CASTELLS, Manuel, 2002, La Galaxia Internet. Edit. A Barcelona.

DIAZ NOCI, Javier; MESO, Koldo, 1996, El Periodismo Electrónico. Información y servicios multimedia en la era del ciberespacio. Ariel, Barcelona.

LOPEZ, Antonio; ALVAREZ, José: El periodismo que viene.

Díaz Noci, Javier, 1999, “Un nuevo modo de hacer periodismo. El periodismo electrónico en España”.
Ponencia presentada en las Jornadas de Periodismo Digital, CEU San Pablo, Valencia, 12 de mayo de 1999.

Pablo Mancini, 2004, “Volver a cero. La información atada a la economía”,
en dialogica.com.ar/Periodismo/archives/cat_infocultura.html

Ormaetxea, Miguel, 2004, “¿Gratis total? La Prensa cambia de modelo y alguien paga la factura”, en periodistadigital.com

Sárries, Miguel, 2004, “Internet, el quinto poder”, en Azprensa.com

www.prisa.com

NOTAS

[1] – Término acuñado por el profesor canadiense Marshal McLuhan (1911-1980).

[2] – Nicholas Negroponte es fundador del Media Lab del MIT (Massachusetts Institute of Technology)

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