02 marzo 2011

Manual de privacidad para los lectores de ebooks

La cuestión de la privacidad y los derechos de los lectores de ebooks sigue siendo una de las preocupaciones principales de los usuarios de este formato, tanto a nivel particular como profesional, como es el caso de los bibliotecarios. Con la salida y entrada en el mercado de nuevos soportes de lectura, diferentes leyes, precios, restricciones geográficas, DRM, etc., al lector medio se le hace muy difícil ubicarse.

Se necesita una constante actualización de la información para saber moverse en este universo digital. Tanto es así, que en la Electronic Frontier Foundation tuvieron que renovar su Guía de privacidad para comparadores de ebooks. En esta nueva –la anterior, que destacamos al hablar del DRM, no ha llegado a cumplir un año-, han añadido el iPad y el software de Adobe (Adobe Content Server) utilizado por algunas bibliotecas para poder prestar libros electrónicos, entre otros tantos que ya existen.

Esta revisión de las políticas de privacidad viene de la necesidad de de saber hasta dónde compañías como Amazon, Google, Apple, Sony, etc., guarda la información recogida de los hábitos de sus lectores para  vender información a terceros o utilizarla de algún modo que el usuario desconoce, a la vez que, en algunos casos, obtienen un beneficio económico . La guía, por tanto, va a estar en constante cambio, más aún mientras no exista mayor cohesión entre las marcas, fabricantes y desarrolladores, y no queden bien establecidos los derechos de los lectores de libros digitales, de los que en Dosdoce.com ya nos hicimos eco.

Es obvio que es un tema que preocupa. Hace tan sólo dos días, otro blog, esta vez el de una bibliotecaria –y no ha sido el único desde este gremio-, señalaba unos derechos mínimos similares, que deberían poder compartir todos los usuarios de ebooks: favorecer el acceso a los contenidos, derecho al acceso desde cualquier plataforma (hardware y software), derecho a anotar y citar, compartir, poder revender los libros y, sobre todo, el derecho a conservar o archivar los ebooks para un futuro, cualesquiera sean los formatos, con la garantía de poder usarlos siempre.

Coincidimos en que, como lectores y consumidores, tenemos derecho a tomar nuestras propias decisiones con respecto a los bienes adquiridos, lo cual incluye tanto el libre uso como en la privacidad que concierne a ese mismo uso. Que no lo sigan poniendo difícil.

25 Responses

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